miércoles, 7 de octubre de 2020

Ejemplo de autobiografía (fragmento): Charles Chaplin


"Entre mis recuerdos más tempranos se cuenta uno en el que todas las noches,
antes de que mi madre se fuera al teatro, nos metían a Sydney y a mí en una cómoda cama y quedábamos al cuidado de la criada. En mi mundo de tres años y medio todo era posible; si Sydney, que era cuatro años mayor que yo, podía hacer juegos de manos y tragarse una moneda, haciendo que apareciese luego por la nuca, yo podía hacer lo mismo; por eso un día me tragué una moneda de medio penique, y mi madre tuvo que llamar al médico. Todas las noches, cuando regresaba del teatro, mi madre tenía la costumbre de dejar golosinas sobre la mesa —un pedazo de pastel napolitano o caramelos— para que Sydney y yo las encontrásemos por la mañana y como garantía de que no haríamos ruido, pues ella solía dormir hasta muy tarde. Mi madre era actriz cómica en un teatro de variedades, una mujercita mignonne cuando lindaba los treinta años, de piel muy blanca, ojos azul violeta y largos cabellos castaño claro, tan largos que podía sentarse en ellos. Sydney y yo la adorábamos. Aunque no era una belleza excepcional, a nosotros nos parecía divina. Los que la conocieron me dijeron años después que era delicada y atractiva y que tenía un encanto arrebatador. Se enorgullecía al vestirnos para las excursiones de los domingos: a Sydney con un traje Eton de pantalón largo y a mí con uno de terciopelo azul y guantes a juego del mismo color."